El Tribunal considera que ciertos párrafos de esta materia, que hacen referencia a la homosexualidad o las opciones vitales, suponen una invasión a la intimidad
El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) anuló ayer el desarrollo en esta comunidad de los contenidos de la asignatura de Educación para la Ciudadanía que se refieren a ideología de género, relaciones homosexuales y opciones vitales, que cree una «ilícita invasión» en la ética, el derecho y la moral. La sentencia de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJA considera que esos contenidos «vulneran los derechos fundamentales de los padres», pues al ser una asignatura obligatoria y «dirigida explícitamente a la formación moral de los alumnos, violenta la libertad ideológica y religiosa de las personas y al mismo tiempo el pluralismo político».
La polémica suscitada por esta asignatura fue la cuestión de fondo de El Debate que este martes ocupó el plató de Canal 6. «Aquellos alumnos que no cursen la asignatura de Educación para la Ciudadanía no podrán pasar de curso». A Juan Antonio Gómez, jefe de Alta Inspección de Educación, no le tembló la voz en el programa que dirige Joaquín García Cruz, jefe de Información de La Verdad, a la hora de defender la polémica apuesta educativa del Gobierno central. Ésta también contaba con el apoyo de Enrique Ayuso, miembro de la junta directiva de la federación de asociaciones de madres y padres de alumnos de colegios públicos Juan González. Ambos alabaron los contenidos democráticos y enriquecedores de una materia que ha despertado también voces contrarias.
Armados con las 6.000 firmas de los padres que piden la objeción en la Región, Javier Cebrián, el presidente de Concapa -Confederación Católica de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos- y Fuensanta González, madre objetora y miembro de la Plataforma 27.3, defendieron en el plató el derecho a elegir libremente la educación que cursan sus hijos.
«Esta asignatura se adentra en los valores morales e íntimos que los padres debemos transmitir a nuestros hijos». González, desde su papel de madre objetora, fue la primera en saltar a la palestra y criticar los derroteros en los que esta asignatura se adentra.
«No es cierto que esta materia propicie la homosexualidad», Gómez salió al paso; «sólo se dice que es legal y legítima y que, por tanto, debe ser aceptada por todos».
Cebrián fue un poco más allá en sus declaraciones y apuntó a la existencia de una motivación política en el trasfondo de la cuestión. «Todos estos contenidos se adecuan perfectamente al programa electoral del PSOE».
La firme defensa de la objeción de algunos padres no fue compartida, en cambio, por Ayuso que consideró muy preocupante que «en un colegio se transmita la idea de que algunas leyes se cumplen y otras no».
El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) anuló ayer el desarrollo en esta comunidad de los contenidos de la asignatura de Educación para la Ciudadanía que se refieren a ideología de género, relaciones homosexuales y opciones vitales, que cree una «ilícita invasión» en la ética, el derecho y la moral. La sentencia de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJA considera que esos contenidos «vulneran los derechos fundamentales de los padres», pues al ser una asignatura obligatoria y «dirigida explícitamente a la formación moral de los alumnos, violenta la libertad ideológica y religiosa de las personas y al mismo tiempo el pluralismo político».
La polémica suscitada por esta asignatura fue la cuestión de fondo de El Debate que este martes ocupó el plató de Canal 6. «Aquellos alumnos que no cursen la asignatura de Educación para la Ciudadanía no podrán pasar de curso». A Juan Antonio Gómez, jefe de Alta Inspección de Educación, no le tembló la voz en el programa que dirige Joaquín García Cruz, jefe de Información de La Verdad, a la hora de defender la polémica apuesta educativa del Gobierno central. Ésta también contaba con el apoyo de Enrique Ayuso, miembro de la junta directiva de la federación de asociaciones de madres y padres de alumnos de colegios públicos Juan González. Ambos alabaron los contenidos democráticos y enriquecedores de una materia que ha despertado también voces contrarias.
Armados con las 6.000 firmas de los padres que piden la objeción en la Región, Javier Cebrián, el presidente de Concapa -Confederación Católica de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos- y Fuensanta González, madre objetora y miembro de la Plataforma 27.3, defendieron en el plató el derecho a elegir libremente la educación que cursan sus hijos.
«Esta asignatura se adentra en los valores morales e íntimos que los padres debemos transmitir a nuestros hijos». González, desde su papel de madre objetora, fue la primera en saltar a la palestra y criticar los derroteros en los que esta asignatura se adentra.
«No es cierto que esta materia propicie la homosexualidad», Gómez salió al paso; «sólo se dice que es legal y legítima y que, por tanto, debe ser aceptada por todos».
Cebrián fue un poco más allá en sus declaraciones y apuntó a la existencia de una motivación política en el trasfondo de la cuestión. «Todos estos contenidos se adecuan perfectamente al programa electoral del PSOE».
La firme defensa de la objeción de algunos padres no fue compartida, en cambio, por Ayuso que consideró muy preocupante que «en un colegio se transmita la idea de que algunas leyes se cumplen y otras no».
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